Algunas veces, Rosario. Apuntes, intervalos y reflexiones empujadas por un cuerpo paseante...
“…se escribe siempre para dar vida, para liberar la vida allí donde esté presa, para trazar líneas de fuga …” G. Deleuze
“Los extraordinarios encuentros de la calle. Las cosas que se ven. Las palabras que se escuchan. Las tragedias que se llegan a conocer…” R. Arlt.
Una bailarina sale a la calle y mira pasar, pisa un andar, escribe de a tramos. Una comunicadora sale al campo y observa prácticas y grupos sociales, matrices socioculturales escribiéndose e inscribiéndose en hábitus, estructuras y tramas más o menos móviles. Y también. Una estudiante interpelada por un área problemática y requerimientos institucionales se conmueve otra vez –sin saberlo hasta avanzado el camino y aún sin poder nombrarlo claramente– por un mismo tema. El escamoteo, el baile, un guiño de transeúnte, un silencio en escena. El escenario hoy es la ciudad. El intento: la escritura, la danza, el pensamiento, la vida… ¡Andemos!
Este escrito se mueve en varios sentidos o, mejor dicho, desde varios modos en simultáneo. Anverso y reverso, no como elección binaria, sino en tanto integración, sumatoria, tartamudeo. Este trabajo es lectura: lectura de lectura de materiales textuales y bibliografía específica sobre ciertos temas relativos a la urbanidad y la humanidad, en mutua relación. Lectura que se alimenta y confronta (encuentra) con una lectura en coyuntura: este lugar, este tiempo, esta ciudad. Este trabajo es también escritura: escritura que describe síntesis, que relaciona y articula escrituras de ciudades, modos y movimientos. Escritura que también traza (inventa, recrea) una manera otra de decir: el cuerpo desplegado, poroso e ineludible.
Lo recién expresado es posible puesto que hay una decisión metodológica y teórica también en simultáneo: andar. Digámoslo una vez más: un modo y un corpus, de los tantos, donde intentan ponerse a dialogar la academia, la literatura, la danza, la poesía, el escritorio y el cuaderno de notas. Andar, otra vez: acto de lectura y de escritura concurrente del espacio. Un punto, una línea, un relato: recorridos.
Se motiva la bienvenida durante este proceso a quien/es sea/n capaz/ces de irrumpir, provocar, subvertir y alterar este plan inicial de escritura con sus derivados paseos y juegos analíticos. Transeúntes anónimos, alteraciones climatológicas, acontecimientos colectivos, algún espacio, trazo o escrito no previsto: ¡Adelante!
